domingo, 5 de julio de 2009

REFLEXIONES SOBRE EL ANTIFASCISMO.


Desde hace ya tiempo, y de manera universal, la palabra "fascismo" es usada en los sectores "progresistas" y de izquierdas para todo lo que no les parezca; tan cómica situación no deja de ser una condición favorable al Sistema.

El "fascismo" es como una especie de saco de ropavejero donde se guarda de todo: Felipe Calderón, George Bush, ,el Papa... ETA es fascista, los serbios son nazis, el PAN tiene ideología fascista, las leyes de extranjería y/o reguladoras de la migración son fascistas; el poseer armas nucleares también; tanto Le Pen como los integristas islámicos son fascistas; condenar el aborto o el libertinaje sexual es fascista; se usa el neologismo "eco-fascismo" para condenar a los activistas amantes de la Naturaleza; cualquier uso de la fuerza pública (por mas necesaria que resulte) es cosa de fascistas...¡Hasta Zapatero es acusado de social- fascista por algunos!, y así cualquier tema o personaje que disguste a los "delicados" paladares de demoliberales e 'izquierdistas' es tildado de "fascista" o "nazi".

Las palabras no asumen su sentido real, sino el significado que les dan los "medios" de 'comunicación' de masas. Francamente resultaría inútil el intentar explicar que es realmente el fascismo a las masas televisivas; la mayoria resulta irrecuperable para la verdad, pues viven en un mundo de fantasía y locura consumista en el cual hablar sobre el fascismo o cualquier otro tema que no este a la altura de las hamburguesas de McDonald's es lo de menos. Las mentiras del sistema son tan globales y manipuladoras que si las masas no llegan a comprender la carroña que les venden como moral demoliberal, mucho menos lograrian entender diferenciaciones políticas.

La cándida historia de como llego la palabra mágica a auxiliar al Sistema es la siguiente:

Tras la ruina del comunismo real y el hundimiento consiguiente de la ideología marxista como tal (queda el marxismo adulterado e inconsistente de la izquierda demoliberal a la que se convirtió el fosilizado comunismo, pero eso es precisamente el Sistema en ideal 'puro'), parecía que había llegado el momento de crear un nuevo frente contra el Sistema; esta vez sin exclusiones ideológicas. Una buena parte de los Nacionalistas y Nacional Revolucionarios radicales han asumido esta posibilidad como la única solución páctica y razonable en política.

Mas, cuando acaso llegan a presentarse en alguna palestra pública a proponer un frente unido contra el Sistema, libre tanto de los "fachas" y los militarismos conservadores, como libre de los marxismos y liberalismos; radicalmente en contra del sistema capitalista demoliberal que gobierna el mundo, sucede que las ancianas costureras del comunismo, educadas en la URSS con Beria y quizá en Rumanía con Ceaucescu, les echan en cara 'su' pasado "fascista" y "nazi" a dichos Nacionalistas.

Estos "campeones de la igualdad" no son capaces de superar los viejos fantasmas del 'antifascismo' de antaño y siguen con la cantinela de '¡nazi, nazi!'.
Nos piden que olvidemos su pasado de dóciles cortesanos de Brezhnev, Pol Pot y demás momias tiránicas del comunismo, pero no aceptan el pasado de militantes "fascistas".
Este es el drama de cualquier nacionalista que se oponga al Capitalismo.

Pero entonces...¡Oh sorpresa! Aparece Wolf Messing (el mago consejero de Stalin) y les anuncia que para que puedan limpiar sus culpas tiene un producto milagroso: el "antifascismo". Sí, el mágico 'antifascismo' que servia como una especie de adhesivo que unía a las "amorosas" familias de marxistas y liberales, desde los Gaullistas de la derecha hasta los trotskistas. Todos marchaban al unísono cuando sonaba el toque de Diana que llamaba a la lucha sin cuartel contra el 'fascismo'. Ese mismo pegamento llamado 'bloque democrático' (o republicano, dependiendo del léxico oficial) que se uso recientemente en Francia para votar contra Le Pen, juntos burgueses y 'socialistas' del Gran Capital.

El 'antifascismo' se vuelve así, la imprescindible etiqueta para poder asistir al banquete de la política 'admisible'.

Es evidente que hay grupos o bandas que se llaman a sí mismos 'fascistas' y que resultan un verdadero asco: los desechos reaccionarios de 'nacionalistas católicos', los gamberros drogadictos que se autonombran "skins" o los borrachos golpeadores de inmigrantes; dicha gentualla debe ser reprimimida no solo por los 'antifascistas' sino por los fascistas auténticos. Una de las convicciones que debemos tener en claro es que si algún día un movimiento nacional revolucionario logra hegemonía, lo primero que deberá hacerse es atacar y desmantelar los grupos de 'fachos' violentos e imbéciles que solo dañan al movimiento.

En honor a la verdad debemos decir que los grupos antifascistas tienen el mismo problema y mucho más agravado (aunque con la complacencia del Sistema). Los "okupas" (como los del Auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía UNAM, al que llaman "Che Guevara") y otros extremistas antifascistas son a menudo más una reunión de drogadictos, vagos y gentuza de baja estofa, que nada que tenga que ver con trabajadores y/o revolucionarios auténticos.

Seamos sinceros: el comunismo o el anarquismo no nos agradan, pero los fascistas verdaderos somos capaces de analizarlos y efectuar una crítica seria y razonable de ellos. Sería absurdo quedarse en los tópicos de '"los comunistas son asesinos", "el comunismo es creación de los judíos", "todos los antifascistas son vagos y drogadictos" o chorradas por el estilo.

Observo con pesar que los llamados 'antifascistas' lo son respecto a todo lo revolucionario y antisistema que nace del fascismo originario; lo son contra la concepción antiliberal y vitalista de eso que se llamó 'fascismo'.

Tanto los que están en contra como a favor del fascismo deberían comprender que actualmente el ENEMIGO no es uno o el otro sino el Sistema democrático-liberal que gobierna y los poderes financieros que lo protegen y manejan. La no identificación correcta del enemigo real es el primer error grave del antifascismo tanto como lo es en muchos "fachos" centrados en el 'anticomunismo'

Los antifascistas pretenden atacar toda manifestación o acto, por muy pacífico que sea, de los 'nacionalistas', como si eso fuera una actitud 'revolucionaria', pero se cuidan mucho de atacar un acto oficial del gobierno o reuniones de banqueros o sectores financieros. Parecen no darse cuenta de que con ello se convierten en 'guardianes' del sistema capitalista, de la misma forma que en España los falangistas de los años 60 y 70 eran los guardianes del franquismo capitalista, al que mucho criticaban pero terminaban defendiendo.

Lo más jocoso del asunto es que el antifascismo no ha sido capaz aun de efectuar un análisis serio y real de los grupos nacional-revolucionarios. No salen del insulto soez o de llamarlos 'fuerzas del capitalismo'; cosa absurda totalmente si se conociera mínimamente el tema.

El antifascismo sigue con una mentalidad básica de los años 30's; no ha logrado analizar lo que realmente es el Sistema, no acepta que el Sistema se basa en la izquierda mucho más que en la derecha. Y para colmo no son capaces de comprender que el antifascismo como elemento primordial de su "lucha" está tan desfasado como el anticomunismo. No han logrado aceptar en sus estrechas mentes que el verdadero Fascismo está absolutamente alejado del Sistema, perseguido por él y además es radicalmente metapolítico.

Sabiendo todo esto...¿queremos "coquetear" con el 'antifascismo'? Eso sería precisamente renunciar a ese pensamiento duro, radical, y esperanzador que llevó a media Europa a enfrentarse a la democracia burguesa y al comunismo enarbolando una nueva bandera, una nueva cosmovisión y una nueva, aunque clásica, estética. ¡Pero precisamente dicha esencia es lo único que puede dar una alternativa al actual Sistema de 'valores'! Si nos revolcamos en el 'antifascismo' perdemos esa esencia, ya no seriamos más que una rama aséptica y falta de valores, podriamos entrar, pomposamente, en el banquete demo-burgués, pues ya no hariamos peligrar al Sistema.

Si nos separamos del arte, la estética, la Cosmovisión y la cultura del 'fascismo', solo nos queda la absurda fraseología politiquera, las reclamaciones económicas y la 'pseudocultura' de los "rebeldes" del Sistema; de la cuál una buena muestra son el "rock", el "ska" y el repugnante arte posmoderno. Eso no intimida al Sistema; al contrario: es su "otro rostro", el del rebelde estrafalario y prosaico, sin verdadera sensibilidad social, que puede ser asimilado perfectamente en el circo de fenómenos sectarios, locos y desquiciados que es parte del espectáculo de esta sociedad decadente y estéril.

Pero entonces, ¿a que teme el Sistema? Sin duda lo que lo haría tambalearse sería un movimiento popular, basado en las raices étnicas y ancestrales del pueblo (viendo al pueblo en sentido cualitativo y no cuantitativo), que asume la Naturaleza y la realidad sin sofismas, sin extravagancias; con un arte verdadero y una cultura auténtica. Este es el verdadero enemigo del Sistema, Este es el Fascismo.

7 comentarios:

Ivo Basay dijo...

Interesante exposición de algo que es esencialmente desconocido... no conocemos la historia. Actualmente el término "fascista" se usa como insulto, descalificación, simple y sencillamente. Aunque creo que es un uso que proviene de cierta identificación del movimiento con una ideología anti-libertaria. Uso que ha degenerado en un simple "calla la boca que no quiero (puedo) discutir contigo". Pero ciertamente, desconocemos el auténtico programa que nos expones aquí.

Krasniy Prizrak dijo...

Primeramente, y como cualquier crítico del comunismo, haces total caso omiso de la etimología de la palabra y te lanzas a llamar al capitalismo de estado Soviético y sus docenas de engendros "comunismo".

"Comunismo" es sinónimo de "Socialismo Científico" que a su vez deriva etimológicamente del "Socialismo utópico" sistema en el que se apelaba "a la buena voluntad" de los dueños de los medios de producción para preparar a los trabajadores para manejar por su cuenta los medios de producción y otorgárselos de manera que se lograra el establecimiento de un sistema social, político y económico sin clases sociales y por tanto sin estado donde los trabajadores controlaran directamente los medios de producción para la satisfacción de sus necesidades de una forma determinada por ellos mismos a través de consenso entre los trabajadores.

Cuando se demostró la disfuncionalidad de tal idea, es decir, su "utopicidad", el movimiento perdió cadencia y la idea de establecer el mismo sistema, pero ahora a través de la lucha de clases surgió. Es ahí donde entra en existencia el Socialismo Científico, ideado por Marx y Engels.

Al mismo tiempo, varios movimientos obreros alrededor de Europa habían acuñado el término "comunismo" que en esencia era lo mismo que el socialismo científico razón por la cual Marx y Engels adoptaron el término con el fin de disociarse de los socialistas utópicos.

Al colapsar completamente la idea del socialismo utópico, la única variante del socialismo que permaneció fué el socialismo científico o comunismo y fué a partir de este entonces que socialismo y comunismo pasaron a ser sinónimos.

Por tanto, "socialismo" como su sinónimo "comunismo" se refiere a un sistema sin clases sociales, sin estado en donde los trabajadores son propietarios directos de los medios de producción de manera comunal, un sistema en el cual la comunidad, conformada enteramente por trabajadores es edl grupo que determina tanto las necesidades como los métodos para satisfacerlas a través de consensos.

Es decir, cualquier sistema en el que no hay estado ni clases sociales (y por tanto de facto tapoco jerarquía) es socialismo o comunismo.

Basado en la premisa anterior sistemas como el "Anarco-Comunismo" de Kropotkin o el Anarco-Sindicalismo de Daniel DeLeon o incluso el anarco mutualismo son diferentes variables del socialismo o bien, del comunismo. Sistemas de aplicación de este bastante diferentes entre sí.

Sin embargo, en los alores del siglo XX surge una figura semi-Marxista que se convierte en el máximo exponente del "vanguardismo socialista" y que cimienta la distorción de los términos "comunismo" y "socialismo": Vladimir Ilich "Lenin" Ulyanov.

Este hombre crea la noción de que el socialismo es una fase transitoria entre capitalismo y comunismo en la cual existe un estado que gobierna sobre los trabajadores y, con el fin de establecer el socialismo, los prepara para poder hacerse cargo de los medios de producción directamente.

Krasniy Prizrak dijo...

Basado en esta errada concepción del socialismo y comunismo de Lenin, se asume que, para que un sistema "socialista" llegue a su máximo nivel de desarrollo, el gobierno tiene que estar compuesto por comunistas, es decir, individuos que aspiran al establecimiento del comunismo a pesar de que de facto el status quo en el que se desenvuelven no sea "comunista" sino "socialista" acorde a las definiciones de Lenin.

Teóricamente, el Estado de los trabajadores, se desharía de la burguesía y poco a poco iría pasando el control de la economía a los trabajadores.

En otras palabras se convirtió defacto en una variante revolucionaria y estatal del Socialismo utópico - mientras el socialismo utópico dependía de las buenas intenciones de la burguesía para la preparación del proletariado y la disolución del sistema de clases, el Leninismo dependía de las genuineidad e incorruptibilidad de la vanguardia "comunista" para la preparación de la clase trabajadora.

Este sistema incluso en teoría ya desafiaba al socialismo y por tanto al marxismo en su aplicación pues dependía del establecimiento de un sistema no-comunista para la construcción del comunismo. Es decir, en práctica, el Leninismo no podía ser más que anti-socialista, al menos incialmente de funcionar idoneamente (o utopicamente).

El sistema de Lenin no tardó en demostrar sus fallas pragmáticas para el establecimiento del comunismo y en convertirse en muchos sentidos en lo opuesto a este. El sistema se reveló como intrinsicamente contradictorio y su corruptibilidad, también inherente a dicho concepto, lo llevó a la creación de un Estado que, aunque colectivista, fué fuertemente represivo y totalitario y que se basó enteramente en una serie de premisas económicas contradictorias que lo llevarían al colapso menos de 7 decadas después: el capitalismo de estado soviético, un sistema cuyos promotores tuvieron la desfachatez de llamar "socialismo" con el objetivo de llegar al "comunismo" por tanto haciendose llamar a sí mismos "comunistas" en lo que fué el más horrible desplante de trasvestismo político y económico del siglo XX.

Ya que vamos por órden cronológico pasemos un poco a analizar el fascismo:

En tu escrito no das ninguna definición concreta de este sistema por lo cual pasaré a definirlo en la forma en la que los socialistas lo entendemos acorde a las experiencias de Italia y el Nazismo de Alemania.

Krasniy Prizrak dijo...

El fascismo es un sistema en el que las clases sociales prevalentes en el capitalismo siguen existiendo, es decir, la burguesía, la pequeño burguesía y el proletariado. Estas tres clases sociales se hallan bajo las normas impuestas por el Estado fascista.

Es decir, el fascismo es un sistema que tiene Estado, Burguesía, Pequeñoburguesía y proletariado. El burgués tiene la facultad de explotar al proletario con el consentimiento y protección del estado, es decir, la burguesía ve sus derechos y condición determinados y protegidos por el Estado. Hasta el momento, eso hace al fascismo idéntico a cualquier sistema capitalista regulado, con la excepción de toda la cultura nacionalista, étnicista y militarista que caracteriza al estado en este contexto.

Podríamos hablar de ciertas diferencias entre ambos sistemas. Por ejemplo, el "patrón trabajo" del fascismo contra el "patrón oro" del capitalismo. Se podría argüir que esto hace del fascismo un sistema más avanzado que el capitalismo. Sin embargo, ¿qué mecanismo se emplea para determinar el valor del trabajo? Supondré que el trabajo del dueño de X fábrica se vuelve más valioso que el de los trabajadores que en ella trabajan en proporción a la plusvalía generada por estos. De ser esta una premisa fundamental de la economía fascista, es fascismo se convierte en lo mismo que el capitalismo con la diferencia de que el patrón de valor es otro a pesar de ser determinado con igual arbitrariedad - en el fascismo, como en el capitalismo, el Estado defendería el derecho de la Burguesía a explotar al proletariado.

Partiendo de esa premisa, el fascismo, como el capitalismo, sería un sistema basado en clases sociales en el cual la clase dominante tiene la facultad de explotar a la dominada con la protección del estado.

Y es entonces cuando los socialistas ponemos a los fascistas en el mismo tenor que a los capitalistas tanto neoliberales como a los colectivistas estatales populistas del corte de la URSS, Cuba, China o Vietnam.

Regresemos a analizar las premisas de estos por un momento:

En el sistema soviético, basado en la distorción del socialismo de Lenin y la malinterpretación y corrupción pragmática que Stalin hizo de estas, el sistema soviético se convirtió en un capitalismo estatal, totalitario, populista en el cual el estado era la burguesía, la pequeño burguesía, ilegal por la naturaleza del contexo político, era el mercado negro y el proletariado, como en cualquier capitalismo, la clase trabajadora. Un sistema en el cual lo único socialista era la parafernalia proletaria del estado y en menor medida la retórica de los líderes de este sistema.

Krasniy Prizrak dijo...

El sistema de la URSS era un sistema en el que el gobierno poseía los medios de producción, tenía a los trabajadores trabajando para él. Un sistema donde el Estado explotaba directamente al trabajador con el esquema de "esclavitud de sueldo".

Visto de esta manera tenemos al capitalismo, un sistema en el que existe un burguesía y un proletariado, la primera explotando al segundo en un marco donde la burguesía se ve protegida por el estado. Ahora tenemos al fascismo, un sistema donde hay una burguesía y un proletariado, donde la primera también explota al segundo bajo la protección del Estado. Y tenemos al pseudosocialista capitalismo de Estado de la URSS donde el Estado es automáticamente la burguesía.

Y entonces vemos los intentos de establecer el socialismo, el verdadero socialismo, sofocados por lo que pareciera un frente unido fascista-capitalista. Esto se dió fuertemente en España:

Los Stalinistas de la República española se hallaban en una contienda contra los Franquistas, dos bandos luchando por imponer su propio esquema de explotación.

Krasniy Prizrak dijo...

El bando republicano fué apoyado por la URSS y una serie de brigadas vanguardistas internacionales mientras que el bando franquista fué apoyado diplomática y económicamente por potencias como Francia y Gran Bretaña y militarmente por Alemania Nazi y la Italia fascista de mussolini.

Ambos bandos, luchando entre sí, tuvieron un segundo frente: combatir a los socialistas cuyo bastión se hallaba principalmente en Valencia.

Las comunas anarquistas de esa región tuvieron éxito en establecer un sistema de corte socialista. Tenían un sistema económico funcional dentro de un marco que si no era socialista era lo que más se asemejaba desde la comuna de paris y el territorio libre de Ucrania.

No obstante, no contaban con el poderío bélico ni los números con los que contaban los bandos fascista-capitalista y capitalista de estado y finalmente sucumbieron ante ellos a la vez que el bando fascista capitalista derrotaba al capitalista de Estado, o Stalinista.

Krasniy Prizrak dijo...

Es por eventos históricos como aquel y por las características intrínsicas de los sistemas antes mencionados que los socialistas los ubicamos en el mismo bando: sistemas basados en la división de clases, en la explotación de una clase sobre otra (o incluso de clases sobre clases) y de la preservación de ese status quo por medio de la coerción del estado.

Por eso hay quienes no sienten reparo en llamar fascismo por igual al capitalismo decadente de EEUU, al fascismo Italiano o al capitalismo de estado soviético cuyos detractores en 1991 ondearan banderas con la inscripción "¡Muerte al fascismo rojo!".

Personalmente veo las diferencias entre los tres sistemas y con franqueza debo decir que me inclinaría más por apoyar a un sistema similar al de la URSS mientras prescindiece de elementos capitalistas y se convirtiera en una dictadura colectivista popular. Que no obstante caería en el mismo principio de los sistemas otrora señalados, principio de que el trabajador tiene que partirse el alma trabajando para satisfacer las necesidades, sea cual sea la medida, de aquellos que determinan su modus vivendi. El principio, en diferentes medidas, de que el trabajador "debe pagarle con (generalmente la mayor) parte de su esfuerzo a otro por darle órdenes y determinar como ha de vivir".

¿O acaso el fascismo funciona de manera diferente a la premisa de que hay quienes tienen derecho (sea cual sea el motivo) a explotar a las mayorías bajo la protección del estado y haciendo uso de la hegemonía cultural y control de las condiciones materiales de la población?

De ser así, ni lo señalaste en tu escrito ni se dió de forma diferente en los estados fascistas originales.

Te pido que la próxima vez que hagas una crítica del comunismo, sea cual sea la postura, no olvides el significado de esa palabra y no olvides que no basta conque un hombre se vista de mujer, se opere los senos y los genitales y se inyecte estrógeno para ser mujer.

Si vas a atacar al comunismo, atacalo por lo que es no por lo que muchos se jactaron de seguir.

Un saludo y mis mejores deseos.

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(Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos)


El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)


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(Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.)


- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

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(Artículo II - 71; Título II concerniente a "Libertades "del Tratado para el que se establece una Constitución Europea)

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